TERTULIA DE LA POLÍTICA MÁS CERCANA A LOS ANDALUCES. Todo aquel que tenga inquietud política está invitado a participar. Esperamos crearla en aquellos que aún no la tienen. En cualquier caso, GRACIAS.
sábado, 23 de marzo de 2013
La Almoraima, un cadáver ilustre
Aunque
también podíamos aplicarle aquello de que entre todos lo
mataron y ella sola se murió.
Hoy
en el 2013, apreciamos el triste espectáculo del gobierno andaluz con la
finca La ALMORAIMA, el latifundio más grande de Europa!
¡Bochornoso
el paso dado por los dos partidos en el gobierno
andaluz!
El
PSOE, en un “alarde de valentía”, se une
a Izquierda Unida en una proposición no de ley. O sea, a una petición
tibia y carente de intenciones.
El
Partido Popular, “impotente en ésta nuestra tierra”, calla, acata y otorga las directrices de Madrid.
Ante
esta actitud, muchos andaluces y todos los andalucistas, nos preguntamos ¿por qué los dos partidos que están en el gobierno
andaluz no hacen una proposición de ley y lo elevan con contundencia como lo haría
cualquier otra comunidad autónoma?
Los
castellarenses tenemos buena memoria para recordar los gastos
suntuosos de los antiguos gerentes de la finca, la multitud de técnicos
venidos de la capital.
Los
cambios de cultivos, recolecciones de fresas, flores que se tiraban en las
cunetas de las carreteras y más
recientemente (menos de tres años) 9 millones
de euros del
programa E de Zapatero. Una nefasta permuta de terrenos entre el ayuntamiento
del Castellar (socialista) y los gerentes de la Almoraima (socialista) y en la que los chisparreros nos
quedamos sin 30 hectáreas de tierras que Ruiz Mateos donó al pueblo para su expansión.
Y
ahora, para colmo, los nuevos dueños del latifundio o sea el Partido Popular,
manda a una señora administradora
obediente y con intereses económicos muy cercanos -Isabel Ugalde-, sin comprensión ni compasión
que entiende que la hacienda es independiente del pueblo de Castellar porque lo
tiene secuestrado ya que el 85% del término municipal está dentro de “su finca” y toma
como primera medida la de quitar unos
pocos huertos a los jubilados y desempleados
que tenían para ayudarse en su economía de supervivencia.
Y
todo ésto con la ayuda del Seprona (Guardia Civil). Es decir, como antaño, como
cuando detenían a los piconeros que se atrevían
a entrar en las tierras del señorito.
Entonces
los que nos preocupamos de nuestro entorno, de nuestras gentes, de nuestro
pueblo, nos preguntamos:
¿Quién
es ahora el señorito?
¿Estamos
avanzando o retrocediendo?
¿Está
viva La Almoraima o asistimos a su entierro?
¿Se
muere La Almoraima o se muere Castellar?
José Fuentes
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