sábado, 23 de marzo de 2013

La Almoraima, un cadáver ilustre





            Aunque también  podíamos  aplicarle aquello de que entre todos lo mataron y ella sola se murió.
            Hoy en el 2013, apreciamos el triste espectáculo del gobierno andaluz con la  finca La ALMORAIMA, el latifundio más grande de Europa!
            ¡Bochornoso el paso dado por los dos partidos en  el gobierno andaluz!
            El PSOE, en un “alarde de valentía”,  se une a  Izquierda Unida en una proposición no de ley. O sea, a una petición tibia y carente  de intenciones.
            El Partido Popular, “impotente en ésta nuestra tierra”, calla,  acata y otorga las directrices de Madrid.
            Ante esta actitud, muchos andaluces y todos los andalucistas,  nos preguntamos ¿por qué  los dos partidos que están en el gobierno andaluz no hacen una proposición de ley y lo elevan con contundencia como lo haría cualquier otra comunidad autónoma?
           
            El PSOE ahora parece que  se ha despertado  -bienvenido al club- solicitando que La Almoraima la  gestione la Junta de Andalucía. Pero los que vivimos en Castellar tenemos buena memoria y recordamos que el Psoe ha estado administrando esta finca prácticamente desde su expropiación a Ruiz Mateos en 1983 y que lo ha hecho con el mismo aire de señorío que tuvieron sus antiguos dueños, los duques de Medinaceli.
            Los castellarenses tenemos buena memoria para recordar los gastos suntuosos de los antiguos gerentes de la finca, la multitud de técnicos venidos de la capital.
            Los cambios de cultivos, recolecciones de fresas, flores que se tiraban en las cunetas de las carreteras  y más recientemente (menos de tres años) 9 millones de euros del programa E de Zapatero. Una nefasta permuta de terrenos entre el ayuntamiento del Castellar (socialista) y los gerentes de la Almoraima  (socialista) y en la que los chisparreros nos quedamos sin 30 hectáreas de tierras que Ruiz Mateos donó al pueblo para su expansión.
            Y ahora, para colmo, los nuevos dueños del latifundio o sea el Partido Popular, manda a una señora  administradora obediente y con intereses económicos muy cercanos  -Isabel Ugalde-, sin comprensión ni compasión que entiende que la hacienda es independiente del pueblo de Castellar porque lo tiene secuestrado ya que el 85% del término municipal está dentro de “su finca”  y  toma como primera medida la de quitar unos pocos huertos a los jubilados y desempleados que tenían para ayudarse en su economía de supervivencia.
            Y todo ésto con la ayuda del Seprona (Guardia Civil). Es decir, como antaño, como cuando  detenían a los piconeros que se atrevían a entrar en las tierras del señorito.
            Entonces los que nos preocupamos de nuestro entorno, de nuestras gentes, de nuestro pueblo, nos preguntamos:
            ¿Quién es ahora el señorito?
            ¿Estamos avanzando o retrocediendo?
            ¿Está viva La Almoraima o asistimos a su entierro?
            ¿Se muere La Almoraima o se muere Castellar?


                                                                                                                    José Fuentes

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