jueves, 22 de noviembre de 2012

Cruel, Desalmado y Vengativo



JOE BOSSANO


Community  Care: Un monumento al autoritarismo, despotismo y discriminación laboral y humana.

Cual si se tratara del malo de una barata película del oeste, así se puede definir de forma cariñosa la figura de Joseph John Bossano, Joe Bossano para sus pocos amigos.
Su odio visceral a todo lo que huela a español, le llevó a congelar las pensiones, sin darse cuenta que también congelaba las de sus súbditos.
Por lo que le cabe el dudoso honor de haber creado el famoso Community Care. Un monumento al autoritarismo, despotismo y discriminación laboral y humana. Denominada como una ESTAFA, por un secretario del Foreign Office y única organización CARITATIVA, que no pide dinero, sino que lo reparte entre sus afiliados.
Intentaré explicarlo: En el año 85, con el acuerdo de Lisboa, se revalorizan las pensiones de los extrabajadores en Gibraltar, congeladas desde 1969 y se igualan a la de los ciudadanos gibraltareños. Inglaterra asume el pago por tres años.
Llega el año 88 y llega al poder el ínclito Bossano: Congela las pensiones. Pero se da cuenta que también ha congelado las de su “gente”. Y es consciente que esa congelación la pagará en las urnas.
Entonces coge parte de los impuestos (tabaco) y crea el ya citado Community Care, por el que “caritativamente” el gobierno calpense paga una cantidad a los jubilados gibraltareños (no a los marroquíes, ingleses y otros residentes). Se lo paga a los votantes, a aquellos que le pueden mover del asiento de ministro Principal.
En igualdad de condiciones laborales: mismo puesto y número de años, el yanito cobrará como mínimo 300 euros más que el español al mes. Con lo que la discriminación en pensiones está servida y  se mantiene hasta hoy. Impensable en la Europa comunitaria.
Y que España ya podría haber solucionado desde hace años si hubiese llevado el tema a Estrasburgo o La Haya, pero se ve que hay alguna connotación de “soberanía” y es mejor dejar que los jubilados españoles pasen calamidades antes que reconocer algo sobre Gibraltar (así nos va).
Por cierto que Caruana la definió como “una bomba de relojería”, pero no hizo nada por normalizar la situación.
Y ahora nos encontramos de nuevo al señor Bossano con responsabilidades en Trabajo.
Con el mismo odio a España que en el 88 y como buen sindicalista y mejor socialista (¡Y pensar que UGT ha estado allí defendiendo los intereses del sindicato de este hombre!), pega un recorte y echa a la calle de un plumazo a 500 trabajadores.
Preguntado por la relación de nombres y puestos de trabajo, respondió: “No hay que preocuparse 450 son españoles”.
Desconocido lector, saque usted sus propias conclusiones

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